Una ilusión, una mentira: El Rey León, el musical

El musical de El Rey León continúa aún en cartel en el Teatro Lope de Vega (Gran Vía, Madrid). El pasado 21 de octubre hizo un año de su estreno en la capital. Es un espectáculo único que merece la pena ir a ver.

Este musical está dando la vuelta al mundo. En cada país, en cada ciudad en la que actúa, cosecha un gran éxito y como consecuencia todos los periódicos escriben sobre él: “un autentico despliegue visual” publicó 20 Minutos, “apabullante” titulaba El Periódico, “una belleza extrordinaria” comentaba ABC, “simplemente no hay nada igual” expuso The New York Times, “enorme y fantástico” según The New York Post.

Mufasa y Scar enfrentados

Los personajes saludando

Como todo el mundo hablaba maravillas del musical, decidí asistir en agosto de este mismo año para comprobarlo con mis propios ojos. Es como si te adentrases en la sabana africana, como si formases parte de ella. A esto contribuyen los vivos colores de los trajes, escenario y maquillaje, así como los acertados movimientos que realizan los personajes con su cuerpo imitando a leones, hienas, gacelas, jirafas y demás animales, recorriendo todo el teatro, incluidos los palcos desde donde surgieron los numerosos pájaros de colores que volaron sobre nuestras cabezas. Brutal. Todo está cuidado al mínimo detalle. Cuando salí el teatro, aún estaba asimilando lo que había visto, las casi tres horas de duración se me pasaron en un santiamén. No me lo podía creer. Era lo más perfecto que había visto nunca. Los comentarios no se habían equivocado. Además es una representación ideal tanto para adultos, que reconocerán historias de su infancia o de la de sus hijos, como para niños que disfrutaran una versión diferente a la ya conocida.